Un día, un momento

Un día, un momento
María, la autora

lunes, 9 de abril de 2018

FIN DE UN LAAARGO Y ESTÉRIL INTENTO.

Creo ha llegado el final de algunas cosas en mi vida. Miro hoy, creo, con capacidad de ver lo que no tiene caso de seguir intentando, porque ya la respuesta ha sido contundente.  Y  no se trata de Juan Pablo . Ni Cecilia. Ni  Roberto. Ellos , mis tres hijos menores fueron criados por mí y mi compañero . Hoy transitan sus caminos- Juan Pablo también con sus caracteristicas ha dado pasos extraordinarios en éstos últimos meses. Quisiera haber podido compartí con David esto. Y con mis hijas mayores. David sé que desde algún lugar, nos mira. Aletea su cariño cerca, está dónde voy. Éramos los 5 una familia . A pesar del esfuerzo y las dificultades siempre estuvo la alegría, el entusuasmo de empezar un camino al.levantarse cada día . Aun es así . Cada mañana trae esa antigua adrenalina que es un motorizador de la vida. Y doy gracias por esto a Dios, al Universo. Es bueno no sólo para mí y la lucha diaria  sino para los demás . Para los otros hijos  hermana, nietos . A quienes agradezco y retribuyo el cariño. A mis amigos/ as. Por eso, no pido más . No pido cariño o consideraciones a quienes no pueden darmelo. Mis hijas mayores. Que, se criaron por decisioones arbitrarias, no conmigo. Y en todos estos años desde que fueron muy niñas, intenté que me fueran restituidas. Más  por más acciones de parte mía  nada pude contra la idea que a ellas les dieron con palabras, versiones de mi persona totalmente negativas que les fueron contando en su crianza.  Un niño es como una esponja . O como una delicada planta que va a reflejar en su adultez,   lo que recibió . Y bien, ellas jamás van a verme de otra manera de la idea que les enseñaron a creer. Y hasta acá llegaron mis intentos. Tenia 20 y tantos, tenga 70 y doblando. Mis sentimientos hacia ellas siguen intactos. Más mi cansancio me dice basta. Y ya no insisto. Me siento liberada. TENGO TANTOS PROYECTOS Y ALGUNOS INMEDIATOS! No tengo tiempo ni voluntad para desperdiciar en gestos y actos y gastos totalmente inútiles . Pueden detestarme hijas como más les deleite. Ya no duele. No ocupa lugar en mi mente- lo deposito aquí- aquella vieja angustia por la no aceptacion de Uds. Ni por vuestras actitudes de jueces  de una mujer que realmente se perdieron de disfrutar . No puedo cambiar el curso de ;un río . Ya no tendere los brazos buscando lo que JAMÁS se dará . Las entiendo, les contaron una de terror, saben qué no es cierto, más quieren seguir creyendo. Adiós .

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